Artículo TOP. – La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha publicado recientemente la primera versión de la hoja de ruta para el reinicio de los vuelos comerciales a nivel mundial, la cual detalla nuevas recomendaciones a la hora de realizar nuestros viajes.
Distintos organismos internacionales ya trabajan conjuntamente para establecer este nuevo protocolo consensuado a nivel global, que brinde la seguridad de todos los pasajeros y personal involucrado en el sector aeronáutico. Las fases son establecidas en base a toda «La experiencia de viaje del pasajero».
1. Antes de ir al aeropuerto
-Información del pasajero. Se recopilarán más detalles de información cada pasajero, que se podrán utilizar para fines de rastreo. Siempre que sea posible, los datos deberán completarse mediante un formulario electrónico y antes de que la persona llegue al aeropuerto. Para esto, la tecnología permitirá el uso de una amplia gama de dispositivos para la captura de estos datos.
2. En el aeropuerto
-Acceso a la terminal: El acceso a la terminal del aeropuerto debe restringirse a trabajadores, viajeros y acompañantes en situaciones tales como para pasajeros con discapacidades, movilidad reducida o menores no acompañados.
-Control de temperatura. Deberá implementarse en los puntos de entrada a la terminal. El examen debe ser realizado por personal capacitado que pueda decidir si un pasajero está en condiciones de volar o no.
-Distanciamiento social. El distanciamiento físico necesita ser implementado de acuerdo con las normas y reglamentos locales. Como un mínimo, IATA recomienda rangos de 1 a 2 metros de distancia.
-Protección. Se recomienda el uso de mascarillas y de equipo de protección para el personal de las aerolíneas y aeropuertos. IATA recomienda el uso de revestimientos faciales para todos pasajeros.
-Limpieza y Desinfección. Aerolíneas, aeropuertos y gobiernos deberán coordinar esfuerzos para asegurar que los equipos e infraestructura sean desinfectados con frecuencia. Esto aplica también a carros, puertas corredizas, terminales de autoservicio, etcétera. La frecuencia de la desinfección debe ser establecido y comunicado.
-Tests. IATA señala que aún no existen todavía test rápidos confiables, pero recomiendan su uso. En caso de que se avance con esta tecnología, podrían ser realizados a los pasajeros en la entrada de la terminal.
-Pasaportes de inmunidad. Si un pasajero puede documentar que estuvo infectado con COVID-19 y que se recuperó, podría ser eximido de algunas medidas de protección. Sin embargo, la IATA señala que esto dependerá de que la ciencia obtenga resultados concluyentes respecto de la inmunidad generada tras el contagio de COVID-19.
-Check-in. Los pasajeros deberán completar la mayor parte del proceso de check-in antes de llegar al aeropuerto y podrán embarcar mostrando los tickets en sus dispositivos móviles o impresos en el hogar. El distanciamiento físico debe ser implementado tanto en mostradores como en quioscos de autoservicio.
-Despacho de equipaje. El personal de las aerolíneas deberá guiar a los pasajeros para que puedan despachar ellos mismos su equipaje, minimizando la interacción humana y la manipulación de objetos.
-Embarque. Será necesario un proceso ordenado que asegure el distanciamiento físico. Para eso se deberán revisar los mecanismos actuales y, posiblemente, rediseñar los espacios junto a las puertas de embarque.
3. Durante el vuelo
Según la IATA, el riesgo de transmisión de COVID-19 de un pasajero a otro durante un vuelo es muy bajo por la disposición de los asientos, el uso de filtros HEPA y la dirección del flujo de aire a bordo. Como protección adicional, recomienda el uso de mascarillas para los pasajeros. Considera que no será necesario sumar el distanciamiento físico a bordo que implicaría, por ejemplo, dejar asientos libres.
La tripulación de cabina también ajustará sus protocolos (la forma de servir alimentos y bebidas, entre otras cosas) y ofrecerá toallitas desinfectantes a los pasajeros para limpiar sus espacios.
4. En el aeropuerto de destino
-Desembarque. Al descender del avión se controlará la temperatura de los pasajeros con personal capacitado, que pueda lidiar con la posibilidad de un pasajero enfermo.
-Control de fronteras y aduanas. Los gobiernos deberán considerar opciones electrónicas de declaraciones juradas (aplicaciones móviles y códigos QR) para minimizar el contacto de persona a persona. Se sugiere que los gobiernos «simplifiquen las formalidades del control fronterizo» para reemplazar procesos físicos por otros virtuales (lectura del pasaporte, reconocimiento facial, etcétera).
-Recolección de equipaje. Se deben hacer todos los esfuerzos para proporcionar un servicio rápido y asegurar que los pasajeros no estén obligados a esperar demasiado tiempo en el área de reclamo de equipaje y puedan mantener la distancia.
-Pasajeros en tránsito. La cooperación entre países será clave para poder tomar como válidas las instancias de control realizadas en el aeropuerto de origen y evitar repetirlas íntegramente en las escalas subsiguientes.
Actualmente no existe una medida única que pueda mitigar todos los riesgos de bio-seguridad por el reinicio de los viajes aéreos. Sin embargo, IATA cree que implementar esta gama de medidas antes mencionadas, es la forma más efectiva de bloquear la mitigación de este virus.
A medida que se logre mayor claridad en términos de medidas adicionales, tales como pruebas efectivas de COVID-19 e inmunidad, se podrían incorporar nuevas medidas en el proceso de viaje, permitiendo construir más confianza en los viajes aéreos.
En los países latinoamericanos, las autoridades están trabajando decididamente en la mejor manera de enfrentar este reto, ciertamente buscando la manera en que la industria del transporte no se vea afectada aún más, para lo cual ciertos países están actuando proactivamente formando grupos de trabajo con las diferentes partes afectadas.
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